jueves, 11 de diciembre de 2014

UN LIBRO POR NAVIDAD, COMO MÍNIMO

Llegan las entrañables fechas navideñas, que tanto nos gusta pasar en familia. Son fechas muy especiales para nuestros hijos, que lo disfrutan sobremanera y de una forma en que no sabemos, o no podemos, hacerlo los mayores. Para ellos son días mágicos que atesoran en su memoria y nunca van a olvidar.

Toca, cómo no, escribir las cartas a los Reyes Magos y, cada vez más, como si el mundo fuera a acabarse el siete de enero, a Papá Noel. Los niños lo pasan en grande pensando en todo lo que van a pedir y recibir y los mayores en lo felices que van a ser viéndoles disfrutar.

Conviene, ahora que son pequeños, que vayan incorporando a su ocio y sus gustos la lectura, que esta sea un placer y no una obligación. Y, si se trata de un placer, qué menos que pedir a los Magos, de Oriente u Occidente, unos libros con los que pasar ratos estupendos.

Nada mejor que pasar una tarde con ellos en una buena librería antes de escribir la carta: que miren, toquen, escojan… Cada uno ha de poder escoger y leer libros en función de sus gustos. Sin olvidarse de los libros clásicos adaptados a su edad. A veces son los olvidados pero, sin duda, van a encantarles.

Por último, me gustaría también recordaros que de lo único que un niño tiene que ser rico es de amor, de cosas andan más que sobrados, y ello hace que no sepan apreciarlas.

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